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Los Árboles. Cuento Infantil.
Sep
A Miaaw le encanta pasar tiempo en el jardín, ya que puede oler las flores, jugar en el césped, perseguir insectos y tomar baños de sol.
Un día, percibió que hacia más calor que de costumbre. Para refugiarse de las altas temperaturas, comenzó a trepar su árbol favorito del jardín.
-Hola señor Árbol, dijo Miaaw. ¿Me permites recostarme entre tus ramas para refrescarme por un rato?
Hoy hace mucho calor y necesito de tu protección.
-Puedes permanecer el tiempo que gustes entre mi follaje, sabes que siempre eres bienvenido. Dijo el señor Árbol.
-Tu casa es muy fresca y agradable. Me siento muy feliz de estar aquí.
¿Cómo es que está tan fresca si hace tanto calor? Preguntó Miaaw.
-Los árboles somos seres vivos, nos dedicamos a producir oxígeno, purificamos el aire, regulamos el flujo de agua que cae de la lluvia o que está a nuestro alrededor.
–Ayudamos a disminuir la temperatura, nuestras ramas y follaje generan sombra, lo que favorece a que se sienta menos calor. También contribuimos a que el suelo no se desgaste por agentes externos como el agua o el viento.
–Además de que somos hermosos, somos muy importantes para la salud del planeta tierra y de todos los seres vivos, generamos una gran fuente de comestibles, tenemos abundantes hojas, flores de muchos colores y algunos de nosotros damos ricas y deliciosas frutas que sirven de alimento para humanos y animales.
También hacemos que los bosques, selvas y jardines luzcan maravillosos.
Al escuchar esto, Miaaw se sintió muy preocupado y se preguntó ¿Cómo podría ayudar a que los árboles habiten nuevamente en las áreas urbanas?
-Señor Árbol, ¿Qué podemos hacer para tener más árboles en la ciudad?
Con gran sabiduría el señor Árbol le contó que las semillas que se encuentran dentro de la fruta tienen el potencial de convertirse en árboles.
Lo único que se necesita es que la semilla tenga las condiciones ideales para nacer y crecer.
-¿Cuáles son esas condiciones, señor Árbol? Preguntó Miaaw
Cuando las semillas están en contacto con la tierra húmeda, estas comienzan a germinar. Esto significa que se empiezan a desarrollar, creciendo sus raíces y tallos.
Con el paso de los días, sus pequeñas hojas comenzarán a brotar.
Es muy importante la luz del sol para las plantas, ya que les proporciona la energía necesaria para crecer y desarrollarse.
Al escuchar esto, Miaaw se sintió muy emocionado e inspirado en germinar algunas semillas. Así podría ayudar a los árboles a crecer grandes y fuertes en su ciudad. A no sentir tanto calor en la primavera y el verano, a tener deliciosas frutas para comer, a observar y oler las hermosas flores, pero sobre todo poder otorgar un hogar y refugio a un sin número de animales, que al igual que el, se resguardaban del calor.
Puedes invitar a este proyecto a tus hermanos, amigos, primos y por supuesto a tus padres.
Consejos.
-Elige el árbol adecuado para la región en la que vives, ya que se adaptará de forma natural a la temperatura y requerimientos de agua y sol.
–Investiga las características de la especie de árbol de tu preferencia (altura, tamaño de las raíces, requerimientos de agua, luz y espacio necesario para crecer) para elegir el mejor lugar al plantarlo y evitar problemas posteriores por sus raíces y tamaño.
– Opta por utilizar semillas frescas para lograr más rápido la germinación.
-Recuerda estar al pendiente de la planta, ponerle el agua necesaria y dejarla en un lugar donde pueda tener las horas de luz que requiere o en su defecto, resguardarla del frío, calor o los rayos directos del sol.
Germinación.
Existen varias formas de germinar una semilla.
1. En un contenedor pequeño puedes poner algodón o una servilleta húmeda. Coloca la semilla de tu elección por encima del algodón y espera unos días. Revisa cada día el contenedor, si es necesario puedes poner más agua para que permanezca siempre húmedo.
2. Algunas semillas logran germinar dentro del agua, si quieres intentarlo, coloca la semilla en un recipiente pequeño al cual le has agregado agua previamente. Déjalo en un lugar fresco y obscuro y revísalo cada día. Seguramente en 2 o 3 días la semilla estará germinando.
3. Germinar en tierra, para esto puedes usar desde un vaso desechable, una maceta, un recipiente de plástico o hasta un bote de yogur pequeño.
Haz un orificio en la parte baja para que el agua pueda filtrarse. Coloca tierra y riégala para que esté húmeda. Haz un pequeño orificio en la tierra para colocar la semilla, tapa con tierra y espera unos días. Recuerda regarla constantemente y en algunos días o semanas podrás ver unos pequeños brotes en la tierra.
Tras la alegría de ver brotar la semilla espera algunas semanas o hasta que tenga un tamaño adecuado para ser trasplantada a un espacio más amplio. Ya sea desde una maceta más grande o a un lugar especial en tu jardín o donde tengas planeado que vivirá.
Si este experimento te gustó puedes ir recolectando las semillas de las frutas y verduras que se consumen en tu hogar e ir descubriendo con diferentes tipos de plantas esta hermosa aventura.
Las ciudades necesitan más zonas verdes y todos nos veremos beneficiados de ello.
Si así lo prefieres, puedes enviarme fotos de tus nuevos brotes de plantas para invitar a más personas en esta hermosa actividad.
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Un hermoso cuento, además que genera conciencia en los niños sobre el cuidado e importancia de los árboles, y cómo podemos contribuir con el planeta